LA VANGUARDIA - 04.24 horas - 07/11/2002
ANTONIO CERRILLO
BARCELONA. - Ya se sabe que la mejor defensa es a veces un buen ataque.
El conseller de Política Territorial y portavoz del Govern, Felip
Puig, volvió a acusar al Ayuntamiento de Castelldefels de ser el
máximo responsable de las inundaciones de los días 9 al 11
de octubre en el barrio de Montemar de este municipio, por no tener construidos
los colectores pluviales que deben evacuar el agua bajo la autopista C-32
en dirección al mar. En esta línea, Puig esgrimió
que un estudio de 1989 de Emssa, empresa adscrita a la Entidad Metropolitana
de Medio Ambiente (gobernada por la izquierda), ya había advertido
que Montemar era una zona inundable carente de colectores pluviales.
La afirmación resultó sorprendente, pues contribuyó a abundar en la idea de que todavía resulta más incomprensible que no se haya actuado a tiempo para evitar los daños. Montserrat Tura (PSC) dio la vuelta al argumento con otra contracción: el mapa de las áreas inundables elaborado por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) de la Generalitat el 2001 no incorpora a Castelldefels ni Viladecans.
Frente a quienes culpan a la C-32 de actuar como barrera para el desagüe de las rieras, Puig dijo que esta autopista "fue correctamente diseñada y construida por la Generalitat" y que la razón de la inundación fue la existencia de un punto bajo en la C-245 y la ausencia de una red de drenaje para el desagüe, no construida por el Ayuntamiento. Agregó que antes de estar la autopista, el mismo efecto barrera lo producía la vía del tren. Puig argumentó que la Generalitat reservó un cajón subterráneo bajo la C-32 para esa obra de drenaje -salida del torrente de Ca n'Aymerich-, que no ha ha sido ejecutada por el Ayuntamento.
Antes, el conseller Ramon Espadaler dijo que para que la ACA construya el gran colector interceptor de Castelldefels es necesario que el Ayuntamiento ejecute la red de colectores pluviales y de saneamiento de las urbanizaciones (para lo que cuenta con una subvención de 7,8 millones de euros de una inversión 18,7 millones).
Montserrat Tura (PSC) lamentó la ausencia de autocrítica
del conseller y le acusó de "infidelidad" a las instituciones competentes
en la prevención de inundaciones. También le pidió
que hiciera un "mea culpa", como lo había hecho el Ayuntamiento
de Castelldefels al paralizar los nuevos permisos de edificación.
Luego, Puig también habló de evitar que lo sucedido vuelva
a repetirse y ofreció máxima colaboración. Dolors
Montserrat (PP) reclamó a Puig que asuma sus responsabilidades "al
50% con el Ayuntamiento" y denunció la permisividad en la construcción
en zonas inundables. En esto coincidieron Bet Font (ICV) y Xavier Vendrell
(ERC).