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LA PESTAÑA DIDÁCTICA

Oda al Pla de Ponent

E n la lejanía, con aire impío
el especulador vislumbró el Pla de Ponente
y se dijo: eso será mío
y lo convertiré en Peseta* Potente.

Así que movió su didáctica pestaña
y el ojo le brilló con codicia
y le mandó al dinosaurio de Espanya
que le robara el vergel con malicia.

Pero los Hobbits de la región
que no eran ni ciegos ni tontos
observaron a tiempo al ladrón
y montaron guardia a cientos.

Ocuparon aquellas dignas tierras
y gritaron al unísono: ¡carat y coxones!
Así pararon las malditas sierras y con vértigo
el especulador se hizo caca en los pantalones.

Y la didáctica pestaña, socia lista como era,
al ver que su amo tenía diarrea
gritó: ¡Órdenes del partido, a mí me es igual
!pero fue suspendido por el rey Pascual.

Los Hobbits, defensores sin mandones
la vuelta del Seny celebraron
y trabajando la tierra con hoces, amor y coxonesa
 Catalunya la dignidad le devolvieron.

Y colorín colorado,
este cuento no ha acabado
porque al otro lado del lecho
la augusta marina estaba al acecho.

¡Continuidad urbanística! chillaba la marina mercantilina
mientras soñaba con ríos de plata argentina
pero el mago de los Hobbits de la tribu vecina,
con la ayuda de una cubasin permiso de obras convirtió a la marina en una sardina.

Y por el filo del vértice andan, las dos lacayas
la didáctica pestaña y la augusta marina
las pobres cobayas
del especulador que se volvió incontinente de caca y orina.

Y colorín colorado
este cuento se ha acabado
y los Hobbits del Baix vivieron felices
y cuidaron de las perdices.
 




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